El PP reventó ayer sin miramientos la reunión con los . Se suponía que se trataba de avanzar en la reforma de la ley de Extranjería o en la búsqueda de un acuerdo sobre el reparto de menores. Tellado acudió al encuentro con la decisión ya adoptada de que la cita no sirviera para nada, y no se tomó molestia alguna en disimularlo.
El presidente de Ceuta y , ambos del PP, se quedaron –por decirlo eufemísticamente– bastante planchados. Domínguez se había trabajado con su partido un cambio de actitud, que permitiera al menos progresar en alguna fórmula que fuera posible presentar en la Conferencia del día 13. Clavijo llevaba una propuesta desarrollada, para implementar un nuevo sistema de reparto de los menores amontonados en Canarias, convencido de que Feijóo había dado instrucciones a los suyos para aflojar.
Creyó lo que quería creer, sin atender a las señales del PP en los dos días anteriores, que iban justo en sentido contrario. Y ya desde el mismo inicio de la reunión, el portavoz conservador, Miguel Tellado, dejó muy claro que no cedería absolutamente en nada. Y no lo hizo: colocó al PSOE ante una negativa cerrada a discutir la reforma del artículo 35 (en realidad, la única opción que acepta el PSOE) si previamente no se cumplían las .
Eso o estampar la firma de Sánchez bajo el pacto por la emigración suscrito por Clavijo y Feijóo hace un par de meses, que replantea toda la del gobierno sanchista en migración. Por supuesto, el PSOE se negó a cualquier renuncio: ellos venían a hablar de la reforma del artículo 35. Su .
Es terrible la obcecación de los dos grandes partidos del país, incapaces de acercar posiciones en nada. Habría sido probablemente mejor que no se hubiera celebrado el encuentro, antes que volver a ofrecernos esta repetida demostración de inutilidad. Solo nos ofrecen más politiqueo miserable.
Y les pagamos por eso...
En fin...
una de dos: o el PP está realmente decidido a bloquear sine die este asunto, seguro de que pudrir la situación de los menores solo perjudica al PSOE, o lo que ocurre es que la pomposa proclama de Feijóo el día antes, negándose a asumir el chantaje de Vox ante un acuerdo, era sólo eso: un recurso pomposo. Al final lo que queda es la percepción de que el PSOE sabe que no puede reformar la Ley con el apoyo de sus socios indepes, y el PP no esta dispuesto a ceder resolviéndole esa papeleta. Seis mil pibes viven en condiciones inadecuadas en Canarias, en un limbo que las islas no pueden seguir amparando, mientras el Gobierno asegura no poder arreglarlo y el PP se niega a cerrar acuerdo alguno con ese Gobierno, al que considera en situación terminal.
Ambos se equivocan. El PSOE por sostener una situación injusta y dañina, que podría resolverse sin mayor complicación aplicando la actual Ley de Extranjería, si quisiera hacerlo. Pero no quiere.
Sánchez cerrará la transferencia de las competencias de Emigración a Cataluña –un asunto que nos aboca al conflicto constitucional– antes de ocuparse del reparto de menores. En cuanto al PP, seguirá insistiendo en la incapacidad del PSOE para resolver con sus socios el problema, aunque eso no le exima de responsabilidad ante una situación complicada y explosiva. La excusa para que Tellado dinamitara la oportunidad de ayer fue que Torres no fue capaz de llegar a la reunión con la tarea cumplida.
Se limitó a cursar su insulsa carta a Von der Leyen, sin reclamar la intervención del Frontex o incluir en el reparto a países europeos, que eran las condiciones del PP para el acuerdo. Ni un avance, cierto, pero la percepción general es que el PP ha cedido al final al chantaje de Vox, e intenta evitar que Abascal bloquee los presupuestos en seis de las regiones donde su voto es necesario. Vox anunció el miércoles la suspensión de todas las negociaciones sobre presupuestos que mantenía con el PP en Aragón, Baleares, Castilla y –ahí con serias dificultades-, la Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia.
¿El motivo para cortar? Que el PP acordaba con Sánchez el reparto de menores emigrantes de Canarias y Ceuta. No ha ocurrido, ni probablemente ocurra en la reunión de la Conferencia. Todo es cuento.
Estamos ante un cierre en banda total, anunciado el día previo. Génova intentó primero amagar quitando importancia al encuentro de ayer en Madrid, y habló después del incumplimiento del PSOE. Zarandajas.
Lo que de verdad ocurre es que nadie quiere asumir los riesgos y costes de desatascar la situación. Ni el PSOE ni ellos. Vaya gente inútil.
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Y van dos...
El PP reventó ayer sin miramientos la reunión con los ministros Torres y Rego, con Clavijo y con su presidente en Ceuta, Juan Vivas. Se suponía que se trataba de avanzar en la reforma de la ley de Extranjería o en la búsqueda de un acuerdo sobre el reparto de menores. Tellado acudió al encuentro con la decisión ya adoptada de que la cita no sirviera para nada, y no se tomó molestia alguna en disimularlo. El presidente de Ceuta y Manuel Domínguez, ambos del PP, se quedaron –por decirlo eufemísticamente– bastante planchados. Domínguez se había trabajado con su partido un cambio de actitud, que permitiera al menos progresar en alguna fórmula que fuera posible presentar en la Conferencia del día 13. Clavijo llevaba una propuesta desarrollada, para implementar un nuevo sistema de reparto de los menores amontonados en Canarias, convencido de que Feijóo había dado instrucciones a los suyos para aflojar. Creyó lo que quería creer, sin atender a las señales del PP en los dos días anteriores, que iban justo en sentido contrario.